La Piedra de Sciara, generada por el Etna y dejada a lo largo del
recorrido trazado por su lava, inspira una sugestión que devuelve su
encanto primordial con un magnético acento de diseño moderno.
El
resultado es una propuesta que deriva de las raíces más ancestrales de
los fenómenos naturales y la transforma en un cautivador elemento de
personalización de los espacios. Materia viva que palpita al mismo ritmo
lento e inexorable de la Tierra y lo traduce en frecuencias de estilo tanto
esenciales como irresistibles.