La cristalización del agua como sucede en el hielo: esta es la inspiración de la que ha surgido el proyecto de las dos fuentes de Remer Rubinetterie, empresa internacional de instalaciones hidráulicas.
El proyecto nace de la voluntad de recalificar el área exterior de la empresa, que coincide con la entrada al área industrial en la que está situada, mediante una propuesta escenográfica de elementos de cristal retroiluminado y chorros de agua. Con la creación de las dos fuentes se ha tratado de dar carácter a la imagen de la empresa pero también de realizar una obra que pudiera llegar a la emotividad colectiva, dejando sin embargo niveles de lectura diferentes. Ambas fuentes tienen en sí una idea clara y expresamente legible: los diversos estados del agua para la fuente principal y la tecnología de ingeniería en la elaboración de los metales en la otra.
Para poder dar unicidad a las intervenciones situadas en dos solares contiguos, se ha decidido construir las fuentes utilizando los mismos materiales. En lo que respecta a la elección del revestimiento de las pilas de agua, ha sido elegido Paragon (60x60 y 60x30) de la colección MA.DE de Iris Ceramica. Sus capacidades prestacionales unidas a la búsqueda de diseño han permitido motivar la elección de este producto bajo cualquier aspecto, desde la técnica de la arquitectura a la estética de la composición. La absorción mínima de agua, la resistencia a las manchas, la resistencia al hielo y la resistencia a los productos químicos han sido factores determinantes para la elección del material, pero también ha desempeñado un papel importante el aspecto de la losa: su superficie especial permite que el agua sirva de espejo aumentando la percepción de profundidad de las pilas de agua y creando brillantes reflejos a partir de la luz natural o artificial.
El arquitecto Marcello Corti afirma: “Paragon tiene una superficie compuesta por prismas dados la vuelta que tienen un efecto luminoso que se podría llamar "efecto pixel" porque al caminar alrededor de la fuente se crea un dinamismo perceptivotal por el que parece que en el fondo se desplacen enjambres de pixeles luminosos, que no son otra cosa que las reflexiones de la luz directa en aquellos puntos. […] Hablando siempre de las baldosas Iris Paragon, mayor énfasis al contexto le ha dado ciertamente su uniformidad superficial que ha permitido revestir superficies con diferentes inclinaciones y dimensiones y, al mismo tiempo, hacer que la visión unitaria sea como un todo compuesto por una sola superficie. El otro aspecto es su unicidad, el hecho de que sea un producto nacido de una investigación refinada en el campo de los revestimientos de gres y de que haya producido resultados difícilmente comparables".
