El proyecto abarca dos edificios residenciales denominados Ariete y Sagittario, situados en la zona de Módena y enmarcados dentro del programa de reconstrucción y consolidación estructural llevado a cabo tras el terremoto de 2012. El sistema constructivo de los edificios responde al modelo típico de la zona, con estructuras de hormigón armado, muros de ladrillo y fachadas de ladrillo visto. El objetivo de la intervención fue mejorar el rendimiento térmico y la resistencia sísmica, al tiempo que se renovaba la imagen arquitectónica de los inmuebles. Para lograrlo, el diseñador optó por instalar una fachada ventilada, una solución que ofrece ligereza, aislamiento térmico, durabilidad y facilidad de mantenimiento. El uso de tecnologías avanzadas permitió optimizar la eficiencia energética y garantizar tanto la seguridad estructural como una estética moderna y equilibrada. El proyecto se llevó a cabo en colaboración con Granitech e Iris Ceramica, empresas reconocidas por la calidad de sus materiales, la innovación en sistemas constructivos y su compromiso con la sostenibilidad medioambiental.